"Recuperando Tus Sueños, Para El Éxito Del Futuro"

sábado, 1 de mayo de 2010

1º de Mayo, "Dia del Trabajador"

El “Día Internacional del Trabajo” conmemora a los “mártires de Chicago”, sindicalistas ejecutados por su participación en una huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 por más de 200 mil trabajadores que pararon en demanda de una jornada laboral de 8 horas. Luego de 4 días de movilización y duros enfrentamientos, las protestas desembocaron en la Revuelta de Haymarket donde unos 20 mil trabajadores fueron reprimidos violentamente con un saldo desconocido de víctimas fatales, entre ellos un agente de la policía. Las autoridades implantaron el estado de sitio y toque de queda y se detuvo a centenares de obreros con la intención de terminar con el conflicto. En un juicio bastante irregular el 21 de junio de 1886 se acusó a 31 líderes anarquistas de provocar las batallas en las calles y se condenó a 8 de ellos; dos a prisión perpetua, uno a 15 años y trabajos forzados y cinco a la horca, ejecución consumada el 11 de noviembre de 1887.

En gran parte del mundo, excepto EE.UU. y los países ligados a la colonización británica, que celebran el “Labor Day” el primer lunes de septiembre, el “Primero de Mayo” sigue siendo una fecha importante y destacada, más aún en aquellos que adscriben a la nueva corriente socialista latinoamericana. En Chile, en cambio, la fecha se avizora en el sentido contrario y cada vez se parece más a un día domingo cualquiera. Antiguamente el acto central tenía como orador principal al mismo Presidente de la República, como sucedió en 1971 cuando se celebró la jornada más multitudinaria que recuerde la historia de nuestro país. El presidente Salvador Allende, junto al secretario general de la Central Única de Trabajadores Víctor Díaz y los máximos dirigentes de la CUT, además de sus ministros y la presencia del cardenal Raúl Silva Henríquez, pronunció un recordado discurso donde expresó; “Yo los llamo con pasión, los llamo con cariño, los llamo como un hermano mayor a entender nuestra responsabilidad; les hablo como el compañero Presidente para defender el futuro de Chile, que está en manos de ustedes, trabajadores de mi patria”.

Durante los últimos años aquella tradición presidencial de plantarse frente a los trabajadores con esas palabras que lucen más cercanas a ellos que a la de los empleadores deja de manifiesto que la situación ha involucionado hacia la consolidación del discurso y las ideas concebidas por los Chicago Boys durante el régimen militar, quienes buscaban sustituir la protección al trabajador por la protección a las fuentes de trabajo. Tanto así que ya no existe derecho real a huelga (los huelguistas son reemplazados), la negociación colectiva es un insignificante ejercicio de participación que finaliza habitualmente con beneficios paupérrimos o con represión. Desde esos años que no se puede modificar una legislación laboral engendrada por José Piñera, Ministro de Pinochet, que dificulta o niega la sindicalización, fomentado por el contrario la negociación directa entre el patrón y el trabajador individual. En la misma línea ahora se proyecta conseguir –todavía- mayor flexibilidad laboral, menos dificultades para los despidos, eliminar la indemnización por años de servicio (salvo para los altos ejecutivos), prohibir las movilizaciones de los servicios públicos y sancionar a los huelguistas.
Mientras los políticos en Chile, como ironizó un conocido humorista nacional, aprovechan el día feriado para irse a la playa y el acto central de la CUT, a la que asistirán unos pocos miles de personas apenas será cubierta por la prensa nacional, a menos que se produzcan los desmanes, atribuidos a delincuentes o desadaptados del sistema, quizás sea conveniente recordar las palabras de Albert Spies, uno de los condenados en Chicago, que dijo; “Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las llamas surgirán.
Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar".

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